El gorrión casero (Passer domesticus) es un ave generalista, es decir, se puede adaptar a una gran variedad de condiciones, incluyendo las creadas por los seres humanos. Es una especie gregaria, de hábitos diurnos.
El macho de esta especie tiene la espalda color café con vetas negras. La parte superior de la coronilla es gris, pero los costados de la misma y la nuca son rojizos. La barbilla y la parte superior del pecho son negras y las mejillas blancas.
Construye su nido con vegetación seca, plumas, papel, etc. La hembra pone los huevos en cualquier momento del período de anidación. Las nidadas pueden presentar de 1 a 8 huevos, con la posibilidad de cuatro nidadas por temporada. La incubación comienza una vez que todos los huevos se han puesto. Tanto el macho como la hembra incuban los huevos por periodos cortos. La incubación dura entre 10 y 14 días.
Compite por el alimento y los sitios de anidación con otras especies de aves, y normalmente llega a desplazarlas. Es fuente de alimento para algunas especies de aves rapaces de tamaño pequeño y es potencialmente portadora de enfermedades. Es presa del cernícalo americano (Falco sparverius) y del halcón esmerejón (Falco columbarius) durante su época de migración.
A pesar de su tamaño tan pequeño son bastante agresivos, son capaces de desplazar a las especies autóctonas a través de la competencia por los recursos tróficos. En las zonas rurales pueden desalojar aves nativas de sus nidos.
Se considera una grave plaga para la agricultura, ya que consumen granos como el trigo, avena, maíz, cebada y sorgo. Además de guisantes, nabos, col, hortalizas, manzanas, cerezas, uvas, melocotones, ciruelas, peras, fresas y frambuesas.
Fuente: Naturalista
Sobre la escultura:
Davit Nava, Gorrión casero macho, 2017, acrílico sobre madera, barro ecológico y metal, 26x6x11 cm.
Todos los derechos reservados, Davit Nava, 2018.